Hoy vamos a adentrarnos en uno de los territorios más silenciosos y complejos de la clínica, "El complejo de la madre muerta" del psicoanalista francés André Green. Se refiere a una madre (o cuidador principal) emocionalmente muerta, que ofrece cuidados físicos (alimentación, higiene, protección...) pero sin un amor profundo. En sus hijos, ya adultos, no presenciamos depresiones claras, con llanto y una narrativa de dolor. Hablamos de algo más sutil, más escurridizo. De esos pacientes que llegan a consulta con un malestar difuso, con una queja que parece no tener forma, y que, sin embargo, arrastran una herida narcisista primaria que marca cada aspecto de su existencia."