La mayoría de los adolescentes, sin tener una actitud victimista, cambiarían su crianza por la de sus padres, donde había un predominio del juego en la infancia y no un predominio de las pantallas. Juegos espontáneos y de grupo en las calles, sin tanto control ni sobreprotección parental. Cada vez es más evidente que hay que volver a crianzas más saludables, porque desde que hubo un incremento de las nuevas tecnologías y su uso se extendió rápidamente hacia los menores, aproximadamente sobre el 2010, ha habido un incremento exponencial a nivel mundial de enfermedades mentales en los jóvenes. Numerosos estudios hechos en Europa, EEUU y Canadá, concluyen que la Generación Z o Centennials (nacidos ~1997-2012): tienen una probabilidad 4 veces mayor, de sufrir ansiedad, depresión, conductas autolíticas e ideas suicidas. Esto es más acuciante aún entre las chicas, que se ven más expuestas todavía, a la comparación social y la apariencia de perfección.