Listen

Description

Llevo horas en estos espacios coincidentes; en mis ojos -que perciben otras realidades paralelas y me las relatan-, con una lluvia diurna de cocuyos -como de azúcares- que enmarcan esta beldad única. Es un recinto sereno y majestuoso, en mitad de una mina de pura sal -calculada con una edad de unos doscientos millones de años-; santuario resultado de una convocatoria de la SOCIEDAD COLOMBIANA DE ARQUITECTOS -una obra de extraordinario alcance artístico, patrimonio cultural; considerada el número uno de las siete maravillas de COLOMBIA, que hace parte del denominado PARQUE DE LA SAL-. Esta catedral subterránea, situada a cuarenta y ocho kilómetros de Bogotá -recorridos en el mágico Tren de la Sabana, entre otros modos de llegar; viendo desde el tren, en mi caso, los bordes de USAQUÉN y CAJICÁ por ejemplo y un horizonte de distancias-, está repleta de esculturas de sal unas y de marmol otras; y de una cierta energía que embriaga de muchas maneras. Tiene tres secciones: el VIACRUCIS -con mínimos altares tallados en rocas de sal-, la CÚPULA -desde donde se observa una inmesa cruz-, y las NAVES -donde está toda la estructura principal; y donde se abre una grieta que simboliza la natividad y el descendimiento de Cristo-. Miro las miradas de la gente, y su brillo me eclipsa trascendental el alma. He escuchado cada una de las audioguías, me he movido internamente en bicicleta alquilada, y cuando me vaya haré un tour hermoso por la ciudad anfitriona -ZIPAQUIRÁ; la ciudad de mi amigo GERMÁN CASTRO CAYCEDO, fallecido-. Éste es un monumento fantástico, como extraído de una película, que querdará pintado en a memoria de cada persona. Y esta, precisamente, al fin de todo, es la razón de ser del turismo. Realización: Múnera Eastman Radio y 1—Multimedia Guion, Actuación, Dirección: Edgar Escobart Producción Ejecutiva: Humberto Acuña Coordinación General: Mónica Acosta Postproducción: Yuldor Botero